martes, 29 de noviembre de 2011

Brooks


     En 1886 un artesano inglés de 20 años llamado John Brooks se marchó de su ciudad, Leicestershire, a Birmingham, con nada más que £20. En esa ciudad abrió un almacén de arreos y guarniciones para caballos y carruajes. Pero ocurrió una desgracia que cambiaría su vida para siempre; su caballo murió, y no pudiendo comprarse otro, se compró una bicicleta para poder realizar sus desplazamientos diarios.

     El joven Brooks descubrió entonces que los sillines de las bicicletas eran francamente incómodos, y decidió hacer algo al respecto, utilizando el cuero que utilizaba en si día a día. Muy pronto descubrió lo que quería, y patentó el primer sillín Brooks, que tuvo un éxito arrollador gracias entre otras cosa, a que la bicicleta empezaba a ser un vehículo popular.

     La firma se hizo rápidamente conocida, y en pocos años amplió su catálogo convirtiéndose en un referente del ciclismo, continuando hoy en día como una marca puntera en el sector industrial de la bicicleta. 

     Resulta un poco sorprendente que una firma comercial cumpla el siglo y medio de existencia fabricando artículos tan específicos, y sin duda, el secreto está en la calidad excepcional y en haber mantenido la tradicional manufactura con tan excelente resultado.

     Sin duda Brooks es una marca destacada en la evolución de la bicicleta durante la historia y una marca de conocimiento obligatorio para cualquier ciclista. 







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